La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a través del Instituto de Mexicanas y Mexicanos en el Exterior (IMME), convocó a escritoras mexicanas o de origen mexicano a participar en el 3er. Concurso de Literatura para la Diáspora Mexicana, bajo la temática “Voces de Mujeres y Niñas Migrantes”. El concurso, surgido en 2022, busca promover la cultura comunitaria a través de proyectos que involucren activamente a las comunidades en el exterior, al brindarles la oportunidad de compartir sus historias de vida y expresar su sentir como personas mexicanas que residen fuera de su país de origen.
Este año Irais Oliva Hernández Bustamante, quien reside en la circunscripción del consulado de Filadelfia, obtuvo el primer lugar en la categoría de cuento infantil con “Xóchitl: La niña mariposa”, y recientemente recibió su premio de manos del cónsul titular Carlos G. Obrador Garrido Cuesta en Filadelfia.
Una de las razones que la motivaron a participar fue su deseo de no perder su identidad como mexicana, además de su amor por la escritura desde temprana edad. Para dar voz a la protagonista de su cuento, explicó: “Aunque no tengo a una pequeña cerca, tengo a mi niña interior que puede hablar. También pensé en lo que quería que las niñas entendieran, aprendieran y cómo se podían ellas identificar”.
La inspiró la mariposa que aparecía en la convocatoria y recordó que para los inmigrantes es un símbolo de fortaleza y resiliencia. “Luego mezclé la metamorfosis con el proceso de la niña que iba a migrar y empezar una nueva vida”. Oliva agregó dos personajes, a la mamá como la parte protectora y a la abuela como símbolo de las raíces y la cultura, e incluyó su experiencia como inmigrante: “Cuando llegué en enero hacía un súper frío y me encontré con la frialdad de la gente y del clima. Para mí fue empezar a aceptar esa realidad y encontrarle lo bonito, y a crear con lo que tengo y la realidad en la que estoy”.
Esta escritora nació en Toluca, la capital del Estado de México. Es la mayor de tres hijos de Eduardo Hernández y Oliva Bustamante. En 2019 decidió viajar a Filadelfia para estudiar inglés, sin imaginar que su vida cambiaría de manera inesperada debido a la pandemia. Durante ese tiempo conoció a quien ahora es su esposo, lo que la llevó a quedarse a vivir en Estados Unidos. Juntos han formado un hogar con sus dos hijos, en Woodbury, Nueva Jersey.
Antes de emigrar, Oliva estudiaba Medicina Veterinaria en la Universidad Autónoma del Estado de México. “Mi plan era venirme un año a Estados Unidos a aprender inglés y regresarme a terminar mi carrera”, relata. Ahora su pasión es el trabajo social, y actualmente cursa el quinto semestre de la licenciatura en Trabajo Social en línea, de la Universidad Nacional Autónoma de México. También participó en un diplomado sobre empoderamiento femenino, “Mujeres Líderes: Reconociendo el Poder Interior”, impartido por Dalia Empower y Santander Universidades. Cuando finalice su licenciatura, aspira a realizar un posgrado en psicología.
Está enfocada en profundizar sus conocimientos y habilidades para contribuir de manera significativa a la comunidad migrante. “En donde vivo es un lugar muy bonito, pero también un poco solitario porque en la comunidad aquí no hay casi latinos; el 70 % son blancos”, comenta. Sin embargo, ha comenzado a realizar servicio social en una iglesia local. Además, cuenta con el apoyo de un primo de su padre que vive en el área de Kennett Square, donde reside una comunidad mexicana más numerosa.